miércoles, 12 de diciembre de 2012

Mis respuestas




¿Y qué puedo hacer yo?

Si tienes un mínimo de sensibilidad, de esa que cuando estoy en plan optimista apuesto máximo a que sí, entonces alguna vez en estos últimos tiempos difíciles que vivimos te lo has tenido que preguntar.
Y es que mi lógica no consigue comprender cómo ciertas cosas funcionan tan mal, cómo hemos acabado así, cómo gente tan inteligente ha permitido que algo tan maravilloso como es el mundo, tan perfecto por naturaleza, se llene de imperfecciones hasta casi rebosar. Porque esa es mi sensación ahora mismo. Y en ocasiones quiero que rebose del todo, que se desparrame: el caos. Empezar a ordenarlo todo de cero. Pero parece que no hay límite, o que no puedo esperarlo sentada infinitamente.

¿Y entonces qué?

Te vas moviendo, conociendo respuestas bien distintas a la pregunta, aunque el espíritu es el mismo: "cambio, quiero cambio". Unas formas gustan más que otras, así que unas las abandonas y en otras continuas, porque siempre continuas, nunca detenerse... siempre y nunca, bonitas palabras.

¿ Y por qué a unas sí y a otras no?

Porque buscas el cambio y resulta que " las que sí" consiguen cambiarte. Te hacen alguien nuevo y al ser tú misma quien lo experimenta, te convence ( porque es mucho mejor vivirlo a que te lo cuenten). Por este motivo, decides dedicarle todo tu tiempo, que es tu vida... porque hay dos cosas importantes y valiosas para una persona: el dinero y el tiempo. No sé cuánto le queda al dinero en este mundo, pero si no hay tiempo no hay mundo. No sé tú, pero yo apostaría a que en la vida gana el que no pierde el tiempo, aunque pierda el dinero.
Dedicar tu tiempo es dedicar lo más importante que tienes. Y eso no es cualquier cosa. Tras un trecho de 23 años recorridos sé a qué quiero dedicar mi tiempo, por lo menos ahora, quién sabe en un futuro. Mi respuesta no es la tuya, pero la doy de la mejor manera que puedo porque le dedico lo mejor de mi para que sea un poquito más buena cada día. Si coincidimos, casi seguro que me has oído, o no, decir de ti que " eres la leche". No responder como yo no significa que no hagas nada, sino que buscamos cambios distintos o al menos alcanzarlos por caminos diferentes.

Fe y música me han cambiado. Confío en ellas para el cambio. Esa es mi respuesta.


¿ Cuál es la tuya?



"She makes the sound, the sound the sea makes to calm me down."

domingo, 9 de diciembre de 2012

Tus preguntas


Nunca supiste lo que aquella mirada
quiso decir.
Miraste para otro lado
creyendo que eras fuerte
pero el detalle de la luz
reflejada en el vidrio de sus ojos
aun te hieren
como si los reflejos
cortaran el aire en mil pedazos
tan pequeños
que no puedes respirarlos,
y te falta el aliento
y las ganas de buscarlo.
Porque solo encuentras el recuerdo
y la pregunta.
Los malditos interrogantes
que encierran las mismas palabras de siempre.
Las mismas de siempre
porque esto es rutina que duele,
que sabe a vómito
que sube y baja
y sube y baja de nuevo
porque no hay salida
porque cierras tu boca para impedirla,
no vaya a ser que salga
y entonces el vacío,
la nada.
Qué poco sentido tiene escribir
sobre lo que no dices
ni sientes.
El sentir es de valientes
que no saben lo que hacen.
Sentirán hasta que una mirada
ponga freno a la locura
y con el corazón anulado
solo quedará pensar
en lo que pudo ser y nunca fue.
¿Y todo esto por qué?
Ahi está
llamando a tu puerta otra vez.
Atrévete a abrir
sabiendo que no habrá nadie.