martes, 26 de febrero de 2013

Ingenuidad

                           


Escuchar una canción, leer una frase, ver a una persona bailar o actuar sobre un escenario y pensar...que nunca podrías hacerlo mejor. Es, simplemente, perfecto.
Es realmente bonito que otro ser humano sea capaz de expresar los propios sentimientos: los suyos, los tuyos.


Siento
que la noche se aproxima,
trae consigo una tormenta
que acumula de hace tiempo tiranía y avaricia,
despropósito y malicia
sobre un mar que se desquicia.

Creo
que son círculos viciosos,
que la historia se repite tanto en cuanto nos confunden
y arrancamos desde el tallo
lo que de raíz resurge
cual si fuera flor en mayo.

Veo
que la masa se golpea
frente a un muro de madera
y pretende persuadirle de su cualidad de humano,
mas buscar a un policía tal esencia
es algo vano.

Pienso
que el destino de este mundo
es la suma de los actos
que acomete el individuo junto a sus contemporáneos,
que un gobierno y sus preceptos
son un falso sucedáneo
de un intrínseco deber
que hacer ser a cada cual
dueño de su libertad,
de los habido y por haber.

Ingenuo soy
como un dique frente al mar,
Ingenuo soy
como las aves que retan al vendaval,
Ingenuo soy
como la esperanza de un enfermo terminal.

Ingenuo soy
como el tiempo ante el pesar,
Ingenuo soy
como las luces que eluden la oscuridad,
Ingenuo soy
como los gusanos que sueñan con volar.

Ingenuo soy
como un beso sin final,
Ingenuo soy
como los niños que creen en nunca jamás,
Ingenuo soy
como el anarquista que parió mi ingenuidad.


Aún sueño
que se rompen las fronteras,
que se queman los esquemas, convenciones y prejuicios
que dominan la existencia,
sueño hallar que se haya auspicio
tras la ausencia de conciencia.

Oigo
un acorde atropellado,
pues la orquesta de mi pueblo,
aún no sabe que su alma es creadora de los sueños,
tiene un representante
que de todo se ha hecho dueño,
que se musa es de papel,
que sus dedos son diez garras,
cuando agarra la guitarra
suena el canto del poder.

Ingenuo soy
como un dique frente al mar,
Ingenuo soy
como las aves que retan al vendaval,
Ingenuo soy
como la esperanza de un enfermo terminal.

Ingenuo soy
como el tiempo ante el pesar,
Ingenuo soy
como las luces que eluden la oscuridad,
Ingenuo soy
como los gusanos que sueñan con volar.

Ingenuo soy
como un beso en un portal,
Ingenuo soy
como los niños que creen en nunca jamás,
Ingenuo soy
como el anarquista que parió mi ingenuidad.



viernes, 15 de febrero de 2013

Enganchada



Qué poco me costaba escribir
sobre soledades
y qué buena compañía
resultaron ser unos versos
al caer la noche y,
en silencio,
encauzar una nueva vida
con papel, bolígrafo y poesía.

Por eso ahora,
gran amiga,
quiero compartir contigo
los porqués de mi sonrisa
los motivos de mi alegría.
Caminar entre valles y montañas,
mares o acantilados,
en primaveras florecidas
o inviernos nevados
es un gozo hacerlo
ya sea solo
o acompañado.

Y así andaba yo
cuando en época de lluvias
un joven me llevó a buen recaudo
y,quien me lo diría a mi,
dejé que continuara a mi lado.
Así de la soledad
pasé a encontrarme junto a él
en un día soleado
tirados en un césped de Arizona
que lleva por nombre
el de un payaso
pero en americano.

Allá vamos:
sin mapa, sin miedo
haciendo de nuestros monstruos un mundo,
el nuestro,
que ha empezado a devolver lo que nos debe
poco a poco
¿ sabes qué es, no?
... tenernos el uno al otro.

lunes, 11 de febrero de 2013

Estamos en camino


Hay recuerdos que se graban en la memoria y es ahí donde aguardan tu próxima visita con un candil en la mano para sacarlos a la luz.
Hay momentos en la vida en que el mismo recuerdo es el que toma la iniciativa y es el que aparece candil en mano y te ilumina, acudiendo cada noche ( y en las más frías) para acompañar tu vigilia y preguntarte por el fondo de su propia existencia, que es lo que a él le quita el sueño.

-¿ Por qué existo?, ¿ quién y cuánto de importante soy para que me mantengas íntimamente ligado a ti?

Existes porque aquel día llegué a la catedral y no lo hice sola. Eres unas palabras: " quiero llegar contigo a Santiago", unas lágrimas, una conversación de cinco kilómetros, llegar dados de la mano, apretándonos fuerte para comprobar que es cierto, que es de verdad. Gritos, sonrisas, más lágrimas, tres vidas con puntos en común que se unen para dar pasos hacia un mismo objetivo cargados con un macuto de peso pesado, cargados de pasado... y de ilusión por encontrar nuevas y distintas esperanzas, con fe en que algo bueno estaría por llegar.
Importante es poco, porque las cosas ocurren por algo y antes de ser recuerdo, en el mismo instante en que nacías como hecho, ya sabía que serías único, especial.

Y aquí estás, conmigo. Pidiéndome que mire a mis peregrinos... y es que creo que son felices. Y yo sé que lo soy. Dar gracias se queda corto, muy pocas palabras para contener tanto. Tengo que hacer otro Camino de Santiago....

Tener recuerdos, dormir con ellos, aprender de lo que la vida te ha puesto en el camino, y en este caso nunca mejor dicho. VIVIR, joder, VIVIR, menuda maravilla. ¿Hay algo mejor que esto? Sin vida no hay recuerdo, ni futuro.
Mi presente: el mejor regalo del cual soy consciente.


Y una frase en la mente con la que cerrar los ojos, para acabar el día:

VIVIR ES LO MEJOR QUE TE VA A PASAR EN LA VIDA