martes, 19 de agosto de 2008

Reflexiones de una peregrina


Vivir deprisa sin sentir lo vivido,
mirar al cielo sin buscarle un sentido.
Corazones humanos que pierden humanidad,
mundo irreflexivo,
gritos de piedad.

Y en el silencio de tu habitación,
¿cuáles son las preguntas?
¿quién responde?,¿existe el destino?
profundiza en tu corazón y entonces,
solo entonces encontrarás tu camino.

Igualdad en las diferencias,
virtudes en favor de los demás,
defectos a pulir...
que golpean sin avisar...
amigo, habrá que cambiar.

Eso es, cambiar,
agachar la cabeza, volverla a levantar.
Sonrié, ama y sigue tu camino:
el error es humano...
el amor es divino.



El primer día del camino, cuando subimos hacia Piedrafita e hicimos un alto a escasos... 2 km? de empezar a andar para introducir lo que iba a ser el camino, Oscar nos lo dijo: "el camino son 3 cosas: el camino en sí, el objetivo y la meta ( llegar a Santiago). Cada uno tenéis que encontrar vuestro/s objetivo/s". En ese momento, y durante los primeros días me agobié pensando en esa frase... ¿ cuál era mi objetivo? ¿ y si no lo encontraba?

Ahora mismo... me dan ganas de reir cuando pienso en esos momentos de inquietud. ¡Algunos de mis objetivos eran claros y no los veía! ¿ acaso no metí aqui en Madriz varios folios en blanco en el bolsillo de la guitarra para escribir durante esos días? Pero mi cabeza aún no se centraba y nada más pensaba en los dolores de pies o el ritmo de la respiración...

Y llegó ese día en el que estuvimos en aquel colegio de monjas, donde nos encontrábamos solos y pudimos pasar una de las tardes más tranquilas de todo el camino, y allí fue donde, tras un buen rato tocando la guitarra y riéndome con el resto de mis queridos caminantes, me tumbé en una esterilla ( aislante según juli) y comencé a escribir.
No tenía pensado escribir sobre nada en concreto, pero de una manera irremediable mi mano traducía pensamientos basados en la experiencia que estaba siendo para mi el camino, las enseñanzas que me estaba regalando... y cuando terminé y lo leí, sinceramente, no me pareció bueno ni mucho menos, probablemente no lo sea, pero al leerlo ahora... la sensación ha sido distinta porque me ha hecho rememorar eso que sentía en ese momento.

Sin duda uno de mis objetivos era ese, siempre me ha gustado escribir, pero hacía tiempo que no lo hacía. ¿ Por qué? quizá falta de tiempo o simplemente de inspiración, ni siquiera escribía demasiado en mi blog, creado precisamente para eso: para escribir y de esa manera expresar lo que pienso, lo que siento, sentirlo de nuevo al volverlo a leer y, en la medida de lo posible, hacer sentir a los demás...

OBJETIVO CUMPLIDO :)

1 comentario:

Maderadeolivo dijo...

Un año ha pasado de vuestro camino, y algo más del mio, pues yo tuve que adelantarlo a Junio por motivos de tabajo.
Me vienen a la memoria muchos momentos de alegria, de encuentro con el otro, de compartir...
Este año he tenido la dicha de pedir por mucha gente ante el sagrario de la catedral de Santiago, en la noche, solo, los brazos en cruz tirado en el suelo, pidiendo al Padre delante de Jesús Sacramento, acordándome de tanta gente, de vosotros...
Este año fue un camino fácil, dos etapas no llegaron a 30 kilómetros, pero ha sido tan especial...
El año pasado me di cuenta de una cosa. Todos somos diferentes, cada uno llevamos nuestra historia en la mochila, lo bueno y lo malo, nuestras miserias y mucho amor. Lo importante es llegar a la meta, todos llegamos, y es lo que quiere Dios para nosotros.
La vez anterior, en 2006, se me reveló el poder que tiene la Providencia si nos dejamos, si no nos ceñimos a nuestros planes y nos abrimos al Plan de Dios. Baste como ejemplo recordar la comida que nos dieron en aquel restaurante los santiagueños que compartieron la Eucaristía con nosotros el día anterior en aquella marguesina del autobús de Monte do Gozo. Quién lo iba a pensar!!! Esa comida fue una gran fiesta, en la que Dios nos regaló, a través de nuestros hermanos, un pedazo de cielo, unos y otros compartiendo lo que teníamos.
Este año, con los franciscanos, me reafirmo en lo que llevo diciendo desde hace algún tiempo. Rezad unos por otros. Porque sólo así estamos cerca del hermano que sufre, del que tiene hambre, del que tiene miedo, del que está enfermo y pasa necesidad, del explotador, del violador del asesino, que tanto amor necesita, del hermano y la hermana que no tienen derechos, de los que sacrifican sus derechos para que otros vivan mejor... Tantas realidades hay en el mundo como hombres y mujeres, y en la oración podemos acercarnos a todos ellos.
Es la primera vez que veo tu blog, Sandra, y me ha gustado mucho. Eres muy valiente. De peregrino a peregrina en esta vida que nos toca compartir, como diría San Francisco, "PAZ Y BIEN, HERMANA, QUE DIOS TE BENDIGA".