lunes, 30 de julio de 2012

Bienaventurada eres, peregrina


Me cuesta creer
que no quieras saber
que tal mi camino,
el de mi vida,
el de Santiago.

Me cuesta creer
que no pienses
alguna vez:
esto ella lo entendería
sin necesidad de explicarlo.

Me cuesta creer
que no te preguntes
si en Collado seguirá
el agua tan fría
como el año pasado

Que algún día
conoceré Granada,
pero no a tu lado...

y mi mente se esfuerza
por aceptarlo
paso a paso,
avanzando,
aprovechando cada paisaje,
un regalo

y aunque la etapa parece dura
no es tanto el cansancio
si avanzo con la cabeza alta,
observando
sin un gorro que me impida ver
la senda que voy pisando

porque años pasados
de FELICIDAD
me han enseñado a caminar
y aunque la meta es diferente
y eso nos separe
mil gracias doy al cielo
por el día en que en mi camino
te cruzaste.





Y aquí comienza un nuevo camino, con decisiones al 99% tomadas que parece que harán de él algo nuevo. Por eso, supongo, que tenía que pararme un momento, mirar atrás, y despedirme con la mano, con la mente, con el corazón. Ahora, desde aquí, podría ser el pico más alto de una montaña, empiezo a bajar por otra ladera diferente ( sin buscarle metáfora al acto de bajar). Visualizarlo así viene de la idea mental de que aunque mire atrás no veré ni una sola pisada de las que di, aunque no dejaré de llevar en mi macuto todo lo que aprendí.


Eternamente agradecida. Infinitamente feliz.





Buen verano a todos ^^


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