Tengo un sueño... como en su día decía Martin Luther King, al igual que él yo también tengo un sueño.
En él, las personas somos honestas. No lo somos sin ningún esfuerzo, es algo que realmente nos cuesta, pero luchamos contra ello, " que mi cansancio a otros descanse", luchamos por hacer las cosas bien, porque sabemos que de no ser así estamos obrando mal. Cuando despierto pienso que ahora también lo sabemos, sin embargo seguimos haciéndolas, ¿ por qué? Quizás nos limitamos a pensar en nosotros mismos, una y otra vez. Hay quien puede pensar que en realidad pensamos en nosotros mismos porque es nuestro camino podemos contar con otras personas pero el recorrido es individual, no les quito la razón... sin embargo, ¿ seremos felices al final de ese camino si hemos ido pisoteándolo todo a nuestro paso? miraremos atrás y no habrá más que un pasado de flores marchitas... Demasiadas cosas cambian cuando despierto, en mi sueño todo es amor y honestidad, despierto y... la dura realidad me abofetea: políticos que juegan con la ciudadanía para llegar al poder, robos, asesinatos, personas que pierden la fe...
Pero en mi sueño la gente no es así, y es en mi sueño donde veo mi propia muerte. De manera figurada, me veo sentada, no sé qué me ocurre, quizás esté enferma, quizás no, pero sé que ha llegado mi hora. Es entonces cuando cierro los ojos y pienso en todo lo que me ha acontecido a lo largo de mi camino. Sonrío, soy feliz, inmensamente feliz... y en tran profundo embeleso me dispongo a abandonar un mundo, en el que tanto he luchado por amar, para amarlo y amar eternamente.
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