"Supongo que todos pensáis, de vez en cuando, en ese día en que seremos víctimas de ese denominador común que llamamos muerte. Todos pensamos en ello. Y de vez en cuando me pregunto a mí mismo qué querría yo que me dijeran. Pues bien, esta mañana os lo voy a comunicar.
Si alguno de vosotros está presente ese día, sabed que no qiero un funeral largo. Y si encargáis que alguien pronuncie el panegírico, dedidle que no hable largo rato. De vez en cuando me pregunto qué quiero que digan. Decidle que no mencione que tengo un Premio Novel de la Paz. Que eso no importa. Decidle que no mencione que tengo otras 300 o 400 distinciones. Que eso no es importante. Decidle que no mencione donde estudié.
Me gustaría que alguien dijera ese día que Martin Luther King trató de dar su vida en servicio a los demás. Me gustaría que alguien dijera que Martin Luther King trató de amar a alguien. Quiero que ese día digáis que traté de ser justo. Quiero que ese digáis que traté de dar de comer al hambiriento. Quiero que ese día digáis que traté de vestir al desnudo. Quiero que ese día digáis que traté a los que estaban en prisión. Quiero que ese día digáis que traté de amar y servir a la humanidad.
Sí. Si queréis decid que fui abanderado de la justicia, decid que fui abanderado de la rectitud. Y todas las demás cosas superficiales no importan. No tendré dinero que dejar atrás de mí. No tendré las cosas lujosas y exquisitas de la vida que dejar atrás. Pero sí quiero dejar detrás de mí una vida de compromiso.
Y eso es todo lo que quiero deciros. Si pude ayudar a alguien durante mi paso por la vida, pude alentar a alguien con una palabra o una canción, si pude mostrar a alguien que estaba siguiendo un camino equivocado, entonces mi vida no habrá sido en vano. Si pude cumplir con mi deber como debe hacerlo un cristiano, si pude traer la salvación a un mundo descarriado, si puedo difundir el mensaje enseñado por el Maestro, entonces mi vida no habrá sido en vano.
Yo albergo el sueño de que un día, en las rojas montañas de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos podrán sentarse juntos en la mesa de la igualdad y la hermandad. Yo albergo la esperanza de que un día, incluso el estado de Misisipi, un estado abrasado de injusticias, abrasado por el calor de la opresión, se transformará en una fraternidad donde reine el amor, la justicia y la concordia".
Puede que la última entrada del año debiera ser un repaso de este 2007 que se despide y una lista de deseos y expectativas para el nuevo año. Quizás no esté del todo bien que en esta última entrada hable de la muerte, que la fotografía del día 31 de diciembre sea ésta ...
O puede que sí. Cuando leímos en convivencias esta carta que escribió el propio Martin Luther King, sentí un escalofrío por todo el cuerpo que se hizo más intenso cuando Oscar pasó a explicarnos algunos detalles que en una primera lectura habían pasado desapercibidos para mí. Es increíble la manera en que este hombre resta importancia a las cosas que tiene ( lo que tengo no debe ser mencionado) y utiliza el verbo "tratar de" para todo lo que no sólo trató de hacer, sino que hizo. ¿ Qué es lo verdaderamente importante para nosotros? ¿ Tener o "tratar de"?
Por este motivo, voy a tomarme el día de hoy a modo de "funeral", en un sentido contextualizado, por favor. Quiero renacer en este 2008 y llegar a ser una abanderada de la justicia y de la rectitud.
Como dice el epitafio de Martin Luther King: "Se dijeron unos a otros: "Ved aquí que viene el soñador. Venid, pues, y matémosle. Le arrojaremos en cualquiera de estas cisternas, y diremos que una bestia feroz lo devoró. Veremos en qué quedan sus sueños". ¿ En que quedaron sus sueños? quedaron en los corazones de muchas personas, en el mío, que seguirá siendo un soñador.
FELIZ AÑO Y... REVOLUCIÓOOOOOOOOOOOONNNNNN
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Hoy la palabra en este blog le es cedida a otra persona. Mis manos sobre el teclado escribirán lo que por la mente de otro pasó y escribió sobre el papel, desprendiéndose en cada verso un sentimiento de enorme impotencia ante la realidad que día a día nos muestra imágenes desgarradoras en nuestras playas, a las puertas de nuestra casa...
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